Eso es el Desafío del Alto Jalón en el que, un año más, Pozuel ha participado.

Durante más de 600 KM, en una carrera por relevos que empezó el viernes, la gente que hace los relevos, día y noche, pasa por pueblos de Zaragoza y Soria que sobreviven en esa España que algunos/as llaman vacía y que otros/as, quienes queremos que siga viva, llamamos España vaciada.

Los relevistas que hicieron el tramo Ariza-Pozuel fueron Javier y Adolfo y estuvieron acompañados por otros dos relevistas de Monteagudo, por el coche de apoyo que conducía Antonio y por J.Ernesto y Ramón que habían salido en bici al encuentro de la carrera.

Eran las 4 de la madrugada del domingo 16 de Junio cuando, bajo una luna llena impresionante y espectacular, el Desafío entró en nuestro pueblo.

En Pozuel, en la plaza, el testigo que habíamos recogido en Ariza se lo pasamos a la gente de Monteagudo para llevarlo a su pueblo y entregarlo al siguiente relevo. Después nuestros relevistas acompañaron a los de Monteagudo.

Pozuel, como todos los pueblos de la ruta, se pasase a la hora que se pasase, salió a la calle a gritar que quiere seguir vivo. Una pancarta en la Plaza, y toda la gente que salió, recibieron la carrera y dejaron claro que Pozuel, como el resto de pueblos que participan, apoyan la iniciativa.

En los años anteriores obtuvimos premio a la participación y animación a la carrera. Esperamos que este año siga la buena racha aunque el verdadero premio es participar como lo hacemos.

El Desafío, los 600 Km continuados, acabó el domingo, a medio día, en Santa María de Huerta con la  foto de grupo, abrazos y caras contentas a pesar del cansancio y con una buena parrillada colectiva en la que Pozuel, alcaldesa incluida, también participó.

El Desafío sigue, ya se prepara el VIII y continua porque el desafío verdadero, y eso es lo que nos mueve, es que nuestros pueblos no se queden vacíos.